Tanta oferta de verano ha salido demasiado cara al sector
turístico extremeños. Lo advertían antes de iniciar la temporada, que
los precios eran demasiado bajos porque no había otra forma de atraer
clientes.
Acabó julio y agosto y en el Clúster del Turismo han
comprobado que las cuentas no cuadran. «No ha compensado. El verano ha
ido mal y más de un hotel no puede ahora pagar ni a sus empleados ni a
sus proveedores», declaraba esta semana su presidente, Jorge Prieto,
preocupado por el futuro de una actividad que se mantiene en el alambre.
De tanto ajustar los precios solo había una salida,
llenar los establecimientos. Y esto no ha ocurrido. Según los datos que
maneja Rafael Pintado, perteneciente al clúster, «en el mes de julio la
ocupación en alojamientos rurales ha descendido entre el 25 y el 30 % y
esto teniendo en cuenta que los datos de 2011 también fueron malos. En
agosto la ocupación ha rondado el 50% (...) además la gente gasta menos,
normal, porque muchos están parados», dice este empresario que se
encarga de la promoción del Tajo-Internacional y al que remiten datos
más de 2.500 alojamientos de toda España, 250 de ellos desde
Extremadura, lo que representa aproximadamente la mitad de un sector muy
concentrado en el norte de Cáceres, sobre todo en los valles del Jerte y
el Ambroz.
«Pero lo peor -razona- es que algunos han rebajado precios por debajo del coste para ganar liquidez a corto plazo y así los turistas se han acostumbrado a precios irreales».
El Clúster del Turismo se creó en 2009 a falta de un
observatorio en la región. Lo integran empresas como hoteles,
balnearios, campings, o alojamientos rurales y también organizadores de
congresos o gestores de reservas 'on line'. Además, participan
instituciones y centros de investigación como la Universidad de
Extremadura, Feval o Turextremadura, entre otras.
Según Jorge Prieto, los datos de ocupación no son del
todo malos, «pero si se cobra la mitad que hace dos años la cuenta de
resultados sale muy deteriorada». Dice que valorar la temporada desde el
punto de vista de afiliaciones a la seguridad social no vale, pues si
el empleo se ha mantenido ha sido para mantener la calidad hacia el
cliente con el fin de que vuelvan, «pero esta fórmula de tirar los
precios solo funciona si estás al cien por cien y esto no ha ocurrido».
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística
(INE) son los de julio y en términos generales han bajado en la región
tanto las pernoctaciones, un 11%, como el número de viajeros, un 7%
respecto a este mes del año anterior.
Según Rafael Pintado ni siquiera cree que esta
estadística sea fiable «porque muchos propietarios solo transmiten la
información cuando les va bien». Para él hay realidades incontestables que dice haber
comprobado con sus propios ojos, «como que por primera vez en
Extremadura un 15 de agosto se haya podido reservar en el mismo día un
alojamiento rural para una sola noche y en el mismo día, cuando siempre
en esas fechas se reserva por semanas y con mucha antelación». Por suerte, añade Pintado, el verano no es la época
fuerte del turismo en Extremadura pues las altas temperaturas disuaden a
muchos visitantes en un país donde predomina la oferta de costa. Y como
buena noticia, señala, ha aumentado el número de visitantes
extranjeros, principalmente alemanes y británicos, un tipo de público
que está aportando las claves para dinamizar el sector.Desde este punto de vista, Pintado explica que a partir
de ahora, más que ofertar camas hay que ofrecer experiencias concretas,
como un fin de semana para enamorados, actividades relacionadas con la
aventura, una excursión a ver la berrea «y procurar, -dice- que siempre
quede algo por ver para que regresen».
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